18 de septiembre de 2010

Baile poético sobre los dolores de Frida


Baile poético sobre los dolores de Frida
Liliana Cepeda, como Kahlo, en un papel emocional.

Pies pa volar . Coreografía y dirección: Analía González y Andrés Cárdenas. Intérpretes: Nandayure Compañía de Danza. Bailarina invitada: Liliana Cepeda. Música: Lhasa de Sela, Lila Downs, Juan Reynoso, Bendita Prudencia, Trío Monte Alban, Calexico. Iluminación: Marcelo Alvarez. Diseño de arte y realización: Shon Monge. Maquillaje: Luz Macías. Vestuario: Silvia Parada y Micaela Toranzo. Realización escenográfica: Lucía Arias, Sol Romani y Augusto Selmo. Dirección actoral: Eliana Migliarini. Los miércoles, a las 21, en El Cubo, Zelaya 3053. Entradas: $ 15.
Nuestra opinión: muy bueno
Un vino dulzón servido en una antesala tex mex , entre performances de body painting y una muestra de fotos sobre la obra, es pura evidencia. Pero afortunadamente esa situación es sólo el paspartú de un cuadro al que no se le verá el pincel, en el que la alusión se convertirá en una clave . Por sus mil y una connotaciones -artísticas, personales, políticas, culturales- una puesta sobre la "vida y obra de Frida Kahlo" difícilmente pueda alzarse como biografía sin ser incompleta ni como tributo sin resultar empalagosa. Pies pa volar está mucho más cerca del homenaje que del raconto histórico y, no obstante, uno de sus mayores logros está en el tono (de reconocimiento y respeto, y no de apasionada devoción ni fanatismo) con el que alude a diferentes momentos de la célebre mexicana, sin necesidad de sembrar la escena con su iconografía, tan tentadora.
Entre las virtudes de este trabajo coreográfico no descriptivo, realizado y dirigido por la argentina Analía González y el chileno Andrés Cárdenas, sobresale la decisión de otorgarle a la bailarina invitada, Liliana Cepeda, el papel de Frida y asignarle a éste un carácter más emocional que dancístico. Así, no se pierde de vista lo que es imposible ignorar, eso que, a priori, parece contradictorio: que este baile está inspirado en una mujer de cuerpo roto, limitado por la ortopedia, tan intervenido.
Claramente concebida desde el dolor, Pies pa volar presenta una sucesión de cuadros poéticos (nueve, en total). "La piñata" y "Sola", carta de presentación y cierre del espectáculo, respectivamente, se destacan por la potencia de su imagen y enmarcan las siete escenas centrales: "Mis partes", "Desierto", "Fertilidad", "Diego", "Nuestra lucha", "Cantina" y "Mi vestido cuelga". Cepeda -la directora soñó a ella, su maestra, para este rol- atraviesa estas situaciones con una expresividad que la abarca toda, cuando baila y cuando no, desde la pierna chueca a las arrugas de la cara.
La música tensa el relato y se aviva, también, en los breves pasos por la alegría. Diez buenos y jóvenes bailarines, los integrantes de la compañía Nandayure, se arrastran, mascullan y percuten el piso hasta con la respiración; se apoyan, trepan y pliegan entre una decena de sillas -junto con un par de mesas, de los pocos objetos que intervienen como escenografía-; llevan sus pies vendados mucho más allá de los límites de la protagonista, a quien acompañan en sus motivaciones, hasta el final.
Constanza Bertolini




http://www.lanacion.com.ar/938754

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